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Pensemos sobre la Relación con el Maestro

Pensemos sobre la Relación con el Maestro

 Construyendo una Relación Saludable con el Maestro.

Dr. Alexander Berzin   

Las Causas de Tanta Confusión. 

Este es un  punto sumamente importante en las enseñanzas budistas y es enfatizado grandemente en todas las tradiciones budistas. Al mismo tiempo es un tema muy confuso. En realidad no es que sea confuso, sino que hay mucha confusión respecto a este tema, la que en verdad proviene de muy diversas y variadas fuentes.  

Uno de los puntos de confusión son los títulos y las palabras que se usan en nuestros idiomas para traducir los originales orientales. Cuando traducimos en nuestras lenguas y usamos palabras como fe, devoción, servicio al maestro, guru etc., generamos una idea completamente tergiversada y muy distante de lo que es el significado y  el sentido original de estos términos en sus lenguas originales.  

Parte importante también de esta confusión, surge de la cultura tibetana en particular y el sentido que tienen este tipo de cosas dentro de esta cultura, muchas de las cuales no entendemos o con las que no estamos familiarizados y que en realidad resultan irrelevantes para la forma en que nosotros vivimos, como occidentales. En otras palabras, la forma en que un discípulo tibetano se relaciona con su maestro tibetano está muy mezclada además de cosas que tienen que ver con la tradición y las enseñanzas, con aspectos fuertemente enraizados en la cultura y en la sociedad tibetana. Por lo que en general, cuando nosotros vemos estas cosas, no entendemos de lo que se trata.  

Enseñanza y Educación en Tibet. 

Debemos tomar en cuenta, en primer lugar, que la gran mayoría de los maestros tibetanos son monjes o monjas y que a su vez fueron educados por monjes o monjas, y aún cuando existen algunos casos de maestros que son casados y tienen familia, sucede que muchos de sus discípulos son gente de su propia familia o que en todo caso están siempre asociados con el monasterio cerca del cual viven, en donde generalmente dan la enseñanza y tienen la mayoría de sus discípulos, que siguen siendo, de todas maneras monjes o monjas. 

La mayoría de los tibetanos o el pueblo tibetano en general, ha sido tradicionalmente analfabeto y la única manera de dejar de ser analfabeto, de poder ser una persona instruida, era ingresando a un monasterio, pues no ha existido en la cultura tradicional tibetana un sistema de escuelas. Además, la mayoría de los tibetanos cuando ingresan a un monasterio y se convierten en discípulos de algún maestro – un monje, desde luego -  ingresan desde muy temprana edad, desde niños, así que tradicionalmente viven en el monasterio y para éstos, sus maestros - los otros monjes - se convierten en una figura paterna sustituta, así que desde muy jovencitos, son personas que ya desde muy niños están muy comprometidas con el sendero budista, puede que ya sepan mucho o muy poco en una edad tierna, pero de todas formas están  muy comprometidos con esta senda.   

Hay que entender perfectamente bien un punto muy importante, que es que las enseñanzas budistas, al menos dentro de la cultura y en la modalidad tibetana jamás fueron diseñadas o estuvieron hechas para principiantes. Esto no quiere decir que las enseñanzas tibetanas no son accesibles para principiantes como nosotros, pero el punto que estoy señalando es que ahí se daba por entendido que al momento de comenzar su entrenamiento formal, la persona estaba totalmente comprometida con el dharma, y que por lo tanto se daban por sentado ciertas cosas que de ninguna manera se dan por sentado en el caso de nosotros.  

El Lenguaje de las Enseñanzas Budistas. 

También hay que tomar en cuenta que todas las enseñanzas budistas tibetanas estaban - en su forma escrita - en un tipo de lenguaje absolutamente inentendible para la gente común, la gente del pueblo, tanto como lo es para nosotros el latín en comparación al español. Así que la gente común y corriente, los tibetanos laicos, es decir, aquellos que no eran monjes a lo largo de la historia del mundo budista en el Tibet, difícilmente recibieron alguna vez enseñanzas budistas en verdad, desde luego el budismo era parte de su cultura de la misma manera que el cristianismo es parte de la nuestra, así que cosas como aceptar o creer en el renacimiento o el no  matar insectos o cosas por el estilo no provenían precisamente de la enseñanza, sino simplemente de la forma como la gente en el Tibet era criada.  

Relaciones entre la Gente Local y los Monasterios. 

Las principales formas de práctica budista que realizaba la gente laica que no pertenecía a los monasterios en el Tibet, era la recitación de mantras y plegarias además de la circunvalación de ciertos monumentos donde se guardaban reliquias de grandes maestros del pasado que estaban enterrados ahí o circunvalaban monasterios y cosas de este tipo. Debemos tomar en cuenta también que la forma en que la gente laica se acercaba a los monasterios, era por lo general para llevar ofrendas, a menudo de mantequilla de yak para las velas que se colocaban en los diferentes lugares dentro de los monasterios y para poner en el té, que es una costumbre tibetana. También llevaban queso, leche y otros tipos de alimento para el sustento para los monjes.    

También debemos tomar en cuenta que esta población en su mayoría nómada y con rebaños muy grandes, tenían por lo general excedentes de leche, así que no es que fueran obligados o que les fuera impuesto hacer esto, sino que voluntariamente iban y llevaban dichos excedentes a los monasterios. Ninguna familia de nómadas podía consumir tanta leche y sus derivados, así que en vez de tirarla en el campo, la llevaban a los monasterios. 

Algunas veces también se daban ciertas iniciaciones tántricas en los monasterios u otro tipo de enseñanzas, generalmente relacionadas con rituales de larga vida y cosas por el estilo donde se le permitía a la gente del pueblo asistir a los monasterios y presenciar dichas ceremonias. Hay que recordar que la mayoría de estas enseñanzas o iniciaciones eran en lo que seria para nosotros el equivalente del latín, así que la gente que estaba ahí y participaba con su presencia, aunque a veces se daban explicaciones, comúnmente no entendían nada de lo que estaba sucediendo. La motivación o la actitud mental que llevaban a todas estas personas iletradas a los monasterios y ceremonias era la de plantar semillas en sus mentes para poder renacer en futuras vidas como monjes y poder tener un acceso real al conocimiento y al entendimiento de dicho conocimiento, esto era lo que los movía a ir a este tipo de cosas.  

Uno no debe pensar que la mayoría de los monjes y monjas era gente sumamente estudiosa y preparada, grandes practicantes y renunciantes, como Milarepa por ejemplo, el santo poeta tibetano. Muchos de los que vivían dentro de los monasterios tenían una actitud de simplemente estar sembrando semillas para poder cosechar en futuras vidas, y no ponían mayor énfasis o interés  en la parte formal de los estudios. Así que hay que ver que nosotros, los occidentales, somos un poquito diferentes de lo que tradicionalmente ha sido el pueblo tibetano en general por un lado, y los maestros tibetanos por otro, que están acostumbrados a enseñar de este modo, como acabo de mencionar.   

Muy pocos de nosotros, como occidentales, empezamos en el sendero budista siendo niños. No vivimos con nuestros maestros como padres sustitutos desde la niñez; la gran mayoría de nosotros no somos monjes o monjas; todos nosotros estamos de alguna forma bien educados; no tenemos mucha tolerancia que digamos, hacia cosas que estén en otros idiomas que no entendemos, queremos recibirlo todo en nuestro propio lenguaje y a nivel coloquial. Incluso me atrevería a decir que casi ningún occidental está interesado en sembrar semillas para vidas futuras, lo que nos interesa es aprender las cosas ahora ya y ponerlas en práctica ahora mismo.  

La Realidad de los Maestros Tibetanos y su Relación con Occidente. 

Otro elemento increíblemente extraño para los maestros tibetanos que visitan Occidente, es el encontrarse con mujeres u hombres en la audiencia, dependiendo de si el maestro es un monje o una monja. Para los maestros tibetanos encontrarse con mujeres en la audiencia es algo que los sorprende completamente, es algo novedoso para ellos, ya que de ninguna manera en el mundo tibetano se daba esto. No se permitía de ninguna manera que una mujer pasara una sola noche dentro de un monasterio y por lo mismo, por lo general las mujeres no eran en caso alguno, discípulas de los monjes.  

En este sentido, tenemos que entender que el único contacto, la única idea que se han formado los maestros y los hombres tibetanos en general hoy en día acerca de la mujer como tal, es la idea o imagen que reciben a través de hollywood o de las películas indias en donde les pasan una y otra vez el mensaje de que el único objeto de existencia de la mujer es servir como objeto sexual al hombre, y que una mujer occidental aparentemente  está totalmente dispuesta a irse a la cama con cualquier hombre que se lo proponga.  

Hay que entender también que hoy en día los tibetanos y los que son maestros tibetanos, tienen el estatus de refugiados en la India y en otros países, por lo cual viven como refugiados una situación muy intensa de inseguridad y con problemas de diversa índole que también les hace tener una actitud mental distinta y una disposición especial al momento de entrar en contacto con los occidentales.  

Necesitamos comprender que actualmente existe una realidad muy difícil en el mundo tibetano en el exilio, y es que mucho de estos maestros tibetanos que visitan Occidente pertenecen a monasterios en donde viven una gran cantidad de monjes, de novicios y de jóvenes preparándose y salen con una gran presión de la India o de los lugares donde están ahora los monasterios, rumbo a Occidente con la gran presión de recolectar la mayor cantidad de fondos que les sea posible para poder sostener y alimentar a toda la comunidad que se encuentra viviendo en los monasterios. 

La Situación de los Tibetanos en el Exilio. 

En general no tenemos conciencia ni tomamos en cuenta que los monasterios tibetanos - hoy en día en el exilio en la India o en Nepal por ejemplo - para nada tienen el financiamiento o el sostén  de toda la comunidad que los rodea, sino que están bajo su propias fuerzas, no como en el mundo tibetano tradicional en el que toda la comunidad o el pueblo en general se encargaba de sostenerlo, ellos en cambio, no tienen rebaños ni quien los sostenga.  

Así que todas estas condiciones acerca de los maestros tibetanos y sus aspirantes a discípulos en Occidente que desean estudiar el dharma, al momento de entrar en contacto se dan los elementos suficientes para que se genere una situación de mucha confusión y una situación que genera una gran cantidad de expectativas por ambos lados.       

Traducción de Títulos y Palabras. 

También existen muchos títulos para los maestros dentro del mundo tibetano, que cuando llegan a occidente nos generan mucha confusión a nosotros.

En primer lugar la palabra india, “Guru”. Hoy en día en Occidente, “Guru” se ha hecho prácticamente sinónimo de un charlatán o un estafador que únicamente se ha dedicado o se dedica a aprovecharse de la gente y sacarles dinero u otro tipo de cosas. El sentido original de la palabra “Guru” en la India se refiere a alguien que es pesado, que está muy lleno de cualidades positivas, esto es lo que quiere decir la palabra “Guru”. Así que cuando se entra en contacto con una persona de esta naturaleza, un verdadero “Guru”, se está generando de inmediato la sensación de que se está en presencia de una persona que está verdaderamente llena de una enorme cantidad de cualidades y virtudes positivas, además de personificarlas o encarnarlas en su propia vida, y que personifica en su propia vida. 

Lama” es la traducción tibetana de la palabra india “Guru”. “Lama” quiere decir en tibetano, un maestro espiritual tremendamente avanzado que – en teoría -sobrepasa a cualesquiera otros maestros ordinarios tanto en sus conocimientos como en sus buenas cualidades.  

Pero el término o la palabra “lama”, también tiene otros significados y usos. En algunas áreas culturales del Tibet, se ha utilizado la palabra “lama” como sinónimo de monje, por ejemplo en Ladakh, al oeste del Tibet. En este contexto entonces, ser un lama no significa que sea alguien que tiene todo tipo de cualidades extraordinarias y ni siquiera que sea necesariamente un maestro. En fechas más recientes algunos maestros dentro del linaje Kagyu del budismo tibetano han optado por darle el titulo de “Lama” a una persona por el simple hecho de que complete un retiro de tres años. Pero esto no significa de manera alguna que esta persona sea un gran maestro espiritual con altas realizaciones, únicamente significa que ha logrado conocer y dominar los rituales. En el mundo tibetano este tipo de personas serian algo así como un sacerdote de pueblo, en el sentido de que van a los diferentes pueblos a oficiar o dirigir los diversos rituales para la gente.  

Existen hoy en día ya un cierto número de occidentales que han completado este retiro de tres años y entonces se les da también a ellos el titulo de “Lama” y esto si que es una fuente de enorme confusión. Esto de ninguna manera significa que este individuo sea un gran maestro espiritual.  

También hay que tomar mucho en cuenta que los maestros tibetanos y curiosamente los maestros tibetanos de gran desarrollo tienen un sentido del humor muy marcado y muy sarcástico, con cierto humor negro. Entonces hay veces que a modo de broma, estos grandes maestros se refieren a algún occidental llamándole lama o rinpoche o protector del dharma, pero hay que entender que esto es un chiste. Por ejemplo, S.S. Dalai Lama en varias ocasiones me ha llamado “rabino budista”, pero claro, está bromeando conmigo, no voy a andar por el mundo diciendo que soy un rabino budista sólo por que S.S.  Dalai Lama me lo dijo. Desgraciadamente muchísimos occidentales no entienden esto, no están lo suficientemente compenetrados, familiarizados con la cultura y no entienden que se trata de chistes y entonces se lo toman en serio y van por el mundo publicitándose que “yo soy tal o cual lama, que un gran lama reconoció mi reencarnación“, y desde luego los tibetanos son increíblemente diplomáticos, increíblemente educados como para negar una cosa de esta naturaleza y se sentirían muy avergonzados de hacer algo así, así que no le contradicen. Son una cultura distinta, y es sumamente desafortunado que se den este tipo de situaciones, pues generan una enorme cantidad de confusión.  

La palabra “lama” tiene además, una terminología especial o tecnicismo especializado en lo que se refiere a un lama reencarnado, a estos se les llama técnicamente “Tulku” y en general se les pone o se les adiciona el titulo de “Rinpoche”. Tulku literalmente significa “el cuerpo de emanación de un buda “, sin embargo prácticamente ningún tulku es un buda, puesto que existen muchos niveles dentro de las enseñanzas tántricas de las posibilidades de emanación, no únicamente o necesariamente proveniente de un buda.  

Un tulku es una persona que llega a tal nivel de desarrollo, que puede dirigir concientemente su renacimiento y es algo que hacen durante una profunda meditación en la que se sumergen precisamente durante su propio proceso de muerte. Las reencarnaciones de dichos tulkus son buscados por otras personas y son reconocidos eventualmente en base a toda una serie de diversas pruebas. Generalmente son criados, educados y entrenados en el lugar donde vivía la encarnación previa de este tulku, de hecho reciben una atención especial y una educación tremenda con mucha atención y al mismo tiempo heredan todas las propiedades, títulos y responsabilidades de su encarnación anterior.  

Para poder iniciar una línea o cadena de tulkus, no se necesita ser una buda, de hecho ni siquiera se necesita tener una percepción directa y completa del vacío, lo que si se requiere tener es una muy profunda y sincera “bodhicitta”, es decir, este profundo deseo de convertirse en un buda para beneficio de los demás y haber generado también una enorme cantidad de plegarias con mucha fuerza, deseando poder renacer en una forma que pueda ser de la mayor utilidad para los demás. 

Aparte de  esto se requiere en el primero de los niveles del nivel más elevado del tantra, dentro de los cuatro niveles que existen. En el primer nivel del cuarto nivel,  se tiene una serie de visualizaciones profundas acerca del proceso de la muerte, del estado intermedio del renacimiento o bardo y se necesita tener un dominio suficientemente elevado y eficiente de dichas prácticas, para que de hecho esté suficientemente capacitado para que en el momento de la muerte realmente pueda llevar a cabo dichas meditaciones con éxito, esto es todo lo que se necesita para poder iniciar una cadena de tulkus. Hoy en día conocemos como unos mil de estos que han sido reconocidos tanto en el Tibet como en Mongolia.  

Debido a que la inmensa mayoría de estos tulkus no son budas todavía, la gran mayoría de ellos tiene todavía una cantidad importante de karma negativo, aunque desde luego también poseen enormes cantidades de karma positivo obviamente. ¿Cuál de estos karmas madura o germina con mayor fuerza en cada reencarnación en particular? Depende fundamentalmente de las circunstancias propias de dicho renacimiento, si todas las circunstancias son conductivas o favorables, estos pequeños niños reconocidos como tulkus se convierten en grandes maestros, pero si las circunstancias no son favorables o no son conducentes hacia el gran desarrollo, alguno de estos tulkus reconocidos se convierten en verdaderos sinvergüenzas o estafadores.  

Pero en general la fuerza de un practicante inicia un linaje de tulkus es de tal magnitud que esta fuerza continua siendo el motor durante muchas vidas y aunque en alguna vida en particular la encarnación eche a perder las cosas o lo haga de manera inadecuada, en muchos casos sucede que en encarnaciones posteriores a aquella gran fuerza inicial vuelve a manifestarse. Así que como dice con mucha mucha frecuencia S.S. el Dalai Lama, los tulkus, los grandes  rinpoches del mundo tibetano de ninguna manera deben dormirse en sus laureles o utilizar sus títulos como tarjeta de presentación y nada más, sino que deben demostrar los verdaderos niveles de desarrollo y logro que tienen en cada una de sus encarnaciones sucesivas.  

Implicaciones Político-Económicas de los Tulkus y Rinpoches. 

En el mundo tibetano, este sistema de los tulkus y los reconocimientos de grandes reencarnaciones ha estado mezclado con política y diversas situaciones de tipo sociológicas. Así que un factor muy importante en el crecimiento de la importancia de los rinpoches y los tulkus en el mundo tibetano también es de carácter económico. En muchos monasterios el hecho de tener a un rinpoche al frente, era garantía para tener suficiente apoyo financiero por parte de la comunidad o por parte de todo el pueblo, así que en muchas ocasiones cuando algún  abad o un viejo lama director del monasterio moría, se apresuraban en buscar su reencarnación y en algunas ocasiones se puso al frente a quien no era verdaderamente la reencarnación de esta persona por motivos puramente  económicos, ya que si no hubiera tenido una gran encarnación reconocida al frente, la comunidad laica dejaría de mantener o sostener al monasterio. Esto es algo que sucedió en muchas ocasiones, y fue uno de los factores que incrementó la importancia de esta institución de la búsqueda de grandes reencarnaciones en el mundo tibetano y la enorme multiplicación del número de tulkus en el mundo tibetano.   

Hay que entender que la sociedad tibetana en muchos sentidos era de corte medieval y generalmente un rinpoche o un tulko al frente de un monasterio era como un señor feudal de toda una provincia. En el mundo tibetano las comunidades están muy aisladas una de la otra, en pequeños valles y luego divididos por enormes distancias, entonces eran como señores feudales de la comunidad de donde vivían, muchas veces ocupando esta posición de maneras positivas, trabajando por el bienestar de los demás pero también hubo situaciones de abuso o malos manejos de esta posición de señor feudal y el enorme respeto y devoción que la población feudal le demostraba hacia ellos.   

Además, en el siglo XVII cuando los manchus conquistaron China y empezaron a tener cierta influencia y presión política sobre el Tibet, los manchus utilizaron este sistema de los tulkus y los rinpoches para tratar de generar ciertas alianzas entre los tibetanos y los mongoles y de esta forma poder tener control sobre mayores territorios. Así que en chino les dieron el nombre de budas vivientes y dentro de la estructura política manchu china para ayudarlos a manejar toda la estructura política de esto, a muchos de estos budas vivientes les encargaron tareas tales como recolectar impuestos y generar alianzas de tipo político entre diferentes zonas. 

Así que cuando nosotros en el Occidente nos encontramos con rinpoches, tenemos un encuentro en un contexto total y absolutamente diferente al que tenían en el mundo tibetano y su relación con otro tipo de sociedades asiáticas como los manchu chinos, mongoles, etc., es decir, nosotros no nos encontramos con ellos con todo el cúmulo de implicaciones medievales, económicas y políticas que en aquellos lugares ha tenido. 

Muchas veces lo que hacemos cuando vemos a los tibetanos relacionarse con los rinpoches, es ponernos a imitarlos. Y desde luego todos los rinpoches esperan ser tratados por todo el mundo - en particular por nosotros, los occidentales - de la misma manera que son tratados por los tibetanos y aún en el caso de los rinpoches muy desarrollados, que no esperan esto de nosotros, sí lo está esperando su asistente personal, que es un tibetano y que espera que nosotros, los  occidentales, nos dirijamos a ellos de la misma forma en que  lo hacen los tibetanos, lo cual crea enormes confusiones. 

Título de Geshe 

Existe otro titulo que es el de “Geshe”. “Geshe” es un titulo equivalente al de Doctorado, es un grado el que se  obtiene al finalizar toda la preparación de estudios académicos budistas dentro de un monasterio. De la misma manera que en Occidente, no por el hecho de que alguien tenga un doctorado, necesariamente significa que es un buen maestro y desde luego un doctorado no nos dice absolutamente nada sobre las cualidades espirituales del individuo en cuestión, exactamente lo mismo es cierto de un geshe. Todos ellos son grandes académicos con muchos conocimientos, pero de ninguna manera esto quiere decir que sean grandes maestros o personas con un importante desarrollo espiritual.  

Ser un geshe, ni siquiera significa que haya practicado mucho o seriamente la meditación, y si me permiten decir un secreto aquí, debo decir que la mayoría de los tibetanos no meditan, todos ellos desde luego recitan plegarias o recitan ciertos textos de memoria y esto lo hacen muy bien, pero muy pocos de ellos se involucran realmente en la práctica de la meditación, como de meditaciones del camino gradual o Lam Rim, o de meditación analítica (vipassana), que nosotros aquí en Occidente consideramos sumamente importante para ir desarrollando poco a poco nuestras habilidades. 

Así que hay que tomar en cuenta que para muchos maestros tibetanos cuando entran en contacto con nosotros, los occidentales, y nos dan un curso de meditación, en el caso de muchos de ellos es la primera vez en su vida que se tienen que enfrentar al hecho de tener que enseñar a meditar. 

Por lo demás, la idea de dirigir o guiar una meditación, es algo totalmente occidental y de ninguna manera es algo que exista en la forma tradicional del mundo tibetano. Los centros de dharma, en donde gente laica, sin nada que ver con los monasterios, se reúne a practicar la meditación y a estudiar el dharma, es algo totalmente desconocido en el mundo tibetano y que nada más existe en Occidente.  

En todo el mundo asiático budista, únicamente en el último siglo se ha aceptado la enseñanza a gente laica a aprender a meditar y esto solamente a sucedido en Burma y Srilanka, debido a la colonización británica y a la influencia del pensamiento británico en esta zona de Asia. 

Síntesis de lo Anterior. 

Creo que es sumamente importante cuando nos aproximamos al estudio del budismo tradicional, tomar en cuenta toda esta serie de factores que he mencionado, puesto que de otra manera caemos muy fácilmente en un estado de romantizar o ser muy románticos sobre lo que supuestamente creemos que significa el mundo budista, corriendo el riesgo de estar totalmente equivocados.  

Esto no quiere decir que no existan en el mundo tibetano grandes maestros, desde luego que existe un número bastante grande de extraordinarios y muy desarrollados maestros dentro del mundo tibetano pero hay que entender bien de qué cultura y de qué contexto vienen.  

Maestros Espirituales. 

Cuando hablamos de un maestro espiritual creo que es muy importante que definamos los muy diferentes niveles que existen de este término “maestro espiritual” en particular para nosotros los occidentales, que tenemos interés de aproximarnos a estas enseñanzas. 

En primer lugar tenemos un “Profesor de Budismo”, que es cuando nos interesa el mundo budista y nos acercamos por primera vez a tratar de recibir ciertas enseñanzas. Donde tenemos a alguien que nos da información general acerca de lo que enseña el budismo y nos aproximamos a esta persona como un profesor y este es el primer nivel de un maestro. En este primer nivel se trata de recibir información. 

Al hablar de los diferentes niveles de un maestro espiritual, puede tratarse de diferentes personas, cada una de las cuáles cumpla las funciones especificas, o de una sola persona que tenga los diversos niveles y que en cada situación en particular esté cumpliendo con una de las funciones específicas. En este primer nivel entonces, el profesor de budismo puede bien ser una persona occidental con una formación de tipo académica universitaria occidental y que sabe acerca de budismo y nos informa acerca de esto o bien puede ser un geshe con una educación monástica tradicional y con el grado de geshe que nos da de todas maneras la información inicial acerca de esto. 

Este profesor enseña básicamente basándose en un conocimiento textual, un conocimiento de textos, como opuesto a la enseñanza desde la propia experiencia. Claro está que para iniciarnos como estudiantes de budismo tenemos gran necesidad de un maestro de este nivel, un profesor de budismo,  puesto que aunque  podemos aprender muchísimo acerca  de budismo de libros o de Internet y de hecho podemos acumular una importante cantidad de conocimiento de estas fuentes, nadie niega esta posibilidad, puesto que no están en latín, para nosotros están accesibles en nuestro idioma que es algo que nos diferencia de forma importante de un tibetano común que no podría leer un texto porque para él está como en latín y necesita por lo tanto forzosamente a un maestro desde el primer día, entre otras cosas, para aprender el tibetano clásico. 

Así que de hecho nosotros tenemos muchas más posibilidades de aprender o estudiar de libros, que cualquier tibetano tendría. Sin embargo los libros no pueden contestar preguntas. Tenemos que tomar en cuenta también que un maestro espiritual tiene muchos propósitos diferentes, uno de ellos es darnos información o enseñanza, a esto es lo que nos ayuda el profesor, pero en cuanto a la necesidad que tenemos de un maestro, y es que mucho más importante que darnos información, un maestro nos da inspiración, éste trabaja a un nivel mucho más profundo y es de gran relevancia.  

Si bien es cierto que se puede recibir inspiración de un libro, también es cierto que se recibe muchísima mas inspiración de una persona viva directamente. Todos hemos vivido que el oír a un profesor en un casete nos es de ninguna manera igual de inspirador que el estar personalmente en su exposición. Se parece mucho a la enorme diferencia que existe entre oír música en un casete e ir al concierto en vivo. Desde luego hay que tomar en cuenta que un libro como un profesor en vivo nos pueden aburrir hasta hacernos bostezar, pero hay que tomar en cuenta que en general la presencia viva de una persona tiene muchas mas posibilidades de inspirarnos que un libro.  

El siguiente nivel de maestro espiritual es lo que yo podría llamar un “Instructor de Dharma” y de la misma forma, en correspondencia a estos diferentes niveles de maestros existen diferentes niveles de estudiantes también. Cuando estamos listos ya no solamente para recibir información acerca de las enseñanzas budistas sino para involucrarnos con ellas, esto es, ponerlas en práctica en nuestra propia vida y atrevernos a experimentar con ellas, entonces necesitamos entrar en contacto con este siguiente nivel de maestro que es un Instructor de Dharma, que puede tratarse de la misma persona.  

El Instructor de Dharma ya no nos enseña únicamente de textos sino también en base a su propia experiencia personal, en el sentido de cómo aplicar las enseñanzas con algún sentido a nuestra propia vida. Desde luego que este Instructor de Dharma no necesariamente tiene que ser tal altamente calificado como un Profesor de Budismo, no es necesario que halla llegado a profundas experiencias, a profundas realizaciones, simplemente es necesario que tenga un mayor nivel de conocimiento que nosotros y un mayor nivel de experiencia y de vivencia de las enseñanzas que nosotros, para que podamos aproximarnos a él y recibir el beneficio de esto. Así que adicionalmente al hecho de darnos información, nos pueden dar cierta ayuda en cuanto a guiarnos para poner en práctica las enseñanzas en nuestra propia vida, de hecho no tiene que ser necesariamente un maestro, puede ser simplemente un estudiante un poco más avanzado que nosotros y el hecho de meramente estar en contacto con esta persona y ver las transformaciones que se dan en su propia vida y que hacen que vaya mejorando y cambiando, lo cual podemos atestiguar, es una fuente importante de inspiración y motivación para generar en nosotros mayor interés en involucrarnos con la práctica.  

El siguiente nivel de maestro espiritual es lo que yo llamo un “Entrenador en Meditación y en Ritual”, que puede tratarse de la misma persona o de otra que sean el Profesor de Budismo y el Instructor de Dharma. De la misma forma que  cuando nos interesamos en un deporte requerimos de un entrenador que nos de las instrucciones adecuadas para esto, en este nivel necesitamos una persona que nos enseñe tanto las técnicas apropiadas para la práctica de la meditación como la forma correcta de llevar a cabo los rituales.  

Esta persona no necesariamente tiene que tener una gran cantidad de conocimiento académico, o de las escrituras. No requiere tener una enorme experiencia y realizaciones en su propia práctica en cuanto a lo que meditación y ritual se refiere, pero sí requieren tener cierta experiencia personal tanto en la meditación como en llevar  a cabo rituales. La gran necesidad que tenemos de una persona de esta naturaleza, no es sólo el hecho que corrija los diversos errores en que incurrimos en las prácticas de la meditación o de los rituales, sino proviene mucho del hecho de practicar conjuntamente, lo cual nos da mayor inspiración para seguir adelante en la práctica.  

Una vez que hemos trabajado satisfactoriamente con estos 3 niveles iniciales de maestro, lo cual nos puede llevar toda la vida, pudiendo incluso no llegar al nivel personal de desarrollo suficiente que nos permita dar el salto al siguiente nivel. Pero cuando llegamos al nivel de estar muy seriamente interesados y comprometidos con el hecho de ganar y obtener la liberación del samsara, cuando estamos más allá del mero deseo de mejorar la calidad de nuestras vidas, mejorar mucho o poco nuestras situaciones  samsáricas, algo que podría ser en buena medida equivalente a asistir al psicoterapeuta para resolver ciertos conflictos o problemas en nuestras vidas, cuando estamos mas allá de este nivel, en que realmente vamos en busca de la liberación, o aún más, en búsqueda de la budeidad para ser capaz de ayudar a todos los seres sintientes entonces si requerimos de un maestro más calificado al que yo llamo el “mentor espiritual”.  

Todos los textos tibetanos sin excepción empiezan en este nivel, las primeras cosas que nos dicen de este maestro, del discípulo y de la relación o de las necesidades y compromisos de relación entre discípulo y maestro, todos los textos tibetanos empiezan exactamente en este nivel, este es le punto de partida. 

Así que claramente cuando nos ponemos a leer textos tibetanos tradicionales – desde una visión occidental -  y leemos sobre lo que es el maestro, el discípulo y la forma de relacionarse adecuadamente con el maestro, esto nos genera una enorme cantidad de confusión. Porque si bien es cierto que es posible que por el lado del maestro, él esté habilitado y capacitado para responder a este nivel, de ninguna manera nosotros estamos listos ni tenemos la preparación para cumplir con los requisitos que se nos dice en textos tibetanos.  

En este nivel estamos hablando del maestro como una persona que nos enseña ya no solamente desde la base de los textos ni desde la base de su experiencia personal de poner en práctica las enseñanzas del dharma en su propia vida, sino que estamos hablando de una persona que ha alcanzado cierto nivel, que tiene ciertas realizaciones, y desde allí, desde este nivel de realización personal es que un maestro de este nivel nos enseña.  

Esto no quiere decir que el maestro tiene que ser una persona que haya alcanzado la liberación y mucho menos el despertar total o la budeidad, ya que estos son logros increíblemente difíciles de alcanzar y se presentan de manera muy rara, en muy pocos individuos. A pesar de esto, se trata de una persona que ha alcanzado niveles verdaderamente importantes y elevados de realización personal, además de ser alguien que independientemente del nivel en que se encuentre, está totalmente comprometido, trabajando por su propia liberación y el alcance de la budeidad. Desde allí es que nos están enseñando,  no son meramente profesores o maestros que nos enseñan por interés, sino que nos enseñan desde este nivel.  

Evidentemente, este tipo de maestro genera una cantidad mucho mayor de inspiración en nosotros, puesto que personifican  en buena medida los resultados o parte de los resultados reales de las enseñanzas y allí es donde entendemos verdaderamente lo que es la Triple Joya de Refugio, el estar en contacto con ellos nos da una presencia directa respecto a lo que se refieren aquellas metas tan avanzadas de desarrollo que nos plantea el mundo budista, ya que lo estamos viendo ahí en vivo y a todo color. El ejemplo que se da en el mundo tradicional tibetano es el del sol alumbrando sobre un montoncito de madera seca, la madera seca no va a encenderse por si sola, se requiere de una lente de aumento que concentre la luz del sol para que pueda iniciarse un fuego con esa madera seca. La madera en esta metáfora se refiere a nuestra propia naturaleza búdica, esto es nuestra propia capacidad de transformación y mejoramiento. Los budas son como el sol, si bien podemos entender que los budas son las fuentes más grandes de inspiración, también tenemos que entender que al nivel en que nosotros nos encontramos, los budas son algo tan ajeno, tan distante a nuestra propia experiencia que aunque leamos o nos hablen de eso no entendemos de que se trata. Así que realmente es muy difícil que podamos recibir inspiración directamente de ellos que están un nivel tan distinto, por lo que ni siquiera entendemos bien de qué se trata esto de la budeidad.  

Pero este nivel de maestro que llamamos el “mentor espiritual”, son personas que han invertido una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo para entrar en contacto, recibir la inspiración y poner en práctica las enseñanzas de los budas hasta el grado tal que han obtenido ciertos grados importantes de realización. Entonces, justamente a través de redireccionar esta luz del sol que nos llega a nosotros por medio del lente de aumento, es que nosotros podemos recibir a través del “mentor espiritual” la inmensa inspiración de los budas, porque con el “mentor espiritual” sí podemos entrar en contacto directamente. 

Esto hace pensar en el ejemplo vivo que tenemos de S.S. Dalai Lama, al cual prácticamente todos los maestros budistas tibetanos mencionan una y otra vez para referirse a la enorme inspiración que reciben de él, pero éste a su vez recibe  su inspiración más importante del Buda histórico, de lo cual hace mención muy a menudo.  

Ésta es la forma como aquello de la lente de aumento (símbolo del maestro) sucede en diferentes niveles, y que se debe a que sólo una persona como el Dalai Lama, que sea de esa naturaleza, puede concebir a medias qué es realmente un buda.

1 comentario

luis -

gracias por la traduccion...